¡Sonrie detras de la Máscara!
El mundo post-COVID me ofrece muchas posibilidades, incluyendo aprender a manejar un conjunto de prioridades y compromisos dramáticamente reorganizados. Voy a hacer mi parte para activar nuestra economía sabiamente y sin riesgo a los demás. Tendré una mejor consciencia colectiva. Si dejo el espacio psicológico lo suficientemente abierto, no me permitiré llenarlo de sustitutos inhumanos, de lo que hemos perdido o una reconstrucción desesperada del pasado— y hasta tal vez pueda aprender más plenamente qué tipo de persona quiero ser en un nuevo mundo.
Cuando llegó el año 2020 algunos pensamos que el número 4 tan cuadrado y místico representaría grandes oportunidades. Según el significado espiritual del 2020 representado en el número 4 debemos tener un comportamiento organizado, con los pies bien puestos en la tierra, establecer objetivos y administrar cada paso de forma gradual y sistematizada.
Estamos experimentando hoy una experiencia que jamás pensamos vivir. Somos asediados por la plaga Covid-19 que es capaz de quitarnos la vida y la de nuestros seres queridos. La plaga ha traído otras consecuencias más allá de amenazar nuestra salud física. Se ha detenido nuestra economía, ha causado carencia económica y nos ha causado intenso impacto emocional.
¿Que hemos aprendido de la experiencia?
1. Que usar una máscara, algo que para muchos era impensable o hasta ridídulo, y para otros ha sido un símbolo de radicalización, hoy se ha convertido en un metodo de protección salubrista y de respeto por nuestra vida y la de los demás.
2. Que a la plaga no le interesa el dinero, solo tu vida. No importa cuanto haz acumulado en tu vida, sin salud mental y física, y sin un alto sentido de espiritualidad los seres humanos no podemos distinguirnos del resto de la naturaleza. Mi seguridad esta totalmente ligada al bienestar común. Me importa usar la máscara, higienizar mis manos, la protección de mi familia, la de mis vecinos y seguir las reglas de distanciamiento establecidas. Ruego porque aquellos a los no conozco tengan el mismo buen sentido común que impida una larga cadena de pérdida y sufrimiento. El sentido común es ahora quien determina mi bienestar, no cuánto dinero he acumulado.
3. Que aplaudir no es suficiente. Que para mantener el personal de salud y bienestar social disponibles y preparados tenemos que asumir la gran responsabilidad social de mantener el contagio bajo control. Que merecen ser reconocidos económicamente hoy y en adelante.
4. Que Zoomear no podrá jamás sustituir mi necesidad de abrazar a mi hermano, mi madre y mis amigos. Puedes ir en línea para ver pacientes, pero no tendrás su presencia física real para ayudarte a entender más profundamente por lo que están pasando, y tanto ellos como el médico echan de menos la oficina familiar donde normalmente haría su trabajo junto al paciente. Ninguna cantidad de tiempo del FB te devolverá las sesiones escolares canceladas que fueron una parte rutinaria de mi vida, y que me proporcionan un profundo sentido de significado y satisfacción.
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